Elaboración de la serotonina: El neurotransmisor del agrado
La serotonina es la principal sustancia química del “bienestar y la alegría”. Si no se tienen en cantidades suficientes, casi con toda seguridad se experimenta una desagradable sensación de malestar emocional. En estos casos, es posible que la persona recurra a medicamentos del tipo Prozac, que aumentan la serotonina.
La serotonina también controla la sensibilidad al dolor y nos permite dormir bien.
Pero para su elaboración, debe estar presente el aminoácido triptófano. Sin triptófano no puede haber serotonina. El triptófano compite con la tirosina y otros aminoácidos a la hora de entrar en el cerebro. Para que él lo consiga, es necesario haber consumido antes hidratos de carbono, lo que induce al cuerpo a liberar insulina. La insulina, a su vez, hace que las células corporales asimilen con rapidez casi todos los aminoácidos, a excepción del triptófano. Ëste se queda rezagado (porque es una molécula más grande que las demás ), y de este modo se convierte en el único aminoácido que queda en el torrente sanguíneo, pudiendo asi penetrar con toda comodidad y libertad en el cerebro.
Dado que el consumo de hidratos de carbono estimula la asimilación del triptófano y la producción de serotonina, en muchos casos, las ansias de comer hidratos de carbono son en realidad ansias de serotonina, y del agrado emocional que desencadena. Es como si la persona se automedicara su insuficiencia de serotonina.
Se ha visto que las personas afectadas por el trastorno afectivo estacional suelen sentir ansias de comer hidratos de carbono. Esto se debe a que el trastorno afectivo estacional o “tristeza de invierno” suele provocar una insuficiencia de serotonina. Por lo general, cuando se cura este trastorno mediante el ejercicio, la meditación y terapias con luz, se acaban estas ansias de comer carbohidratos.
Alimentar a los neurotransmisores es una manera muy importante de cuidar y controlar la actividad cognitiva y el estado de ánimo. Pero igual de importante es proporcionar suficiente combustible al cerebro!.
