Cada día se escribe y se habla más del gran mal de la civilización: la obesidad.
Para paliarlo se han inventado incontables dietas, nombres como “La dieta de Hollywood”, o la “dieta de las 1000 calorías” nos sonarán a todos…
Con las dietas se adelgaza, pero se vuelve a engordar, a veces incluso con “intereses”. Los inventores de dietas son muy creativos: hay dietas centradas en las grasas como la “Revolución del Dr. Atkins” o dietas de hidratos de carbono o de proteínas, algunas permiten tomar alcohol, otras lo prohíben. Dr. Howard Hay con su dieta disociada hizo un descubrimiento genial, que no tiene ningún fundamento científico, pero que convirtió a millones de personas a la dieta disociada.
La industria alimenticia nos inunda con productos light: sin los “malos de la película” como azucares, grasas etc.
Cuales son la causas del sobrepeso?
Durante décadas los pacientes con sobrepeso no han encontrado comprensión cuando excusaban su sobrepeso por causas hereditarias, siempre les hemos dicho que la causa era una sobrealimentación.
El estudio de gemelos que han crecido en ambientes separados ha llevado a los científicos a la conclusión de que hay una influencia genética importante, aunque uno no está condenado por su pasado genético; las causa ambientales también son importantes.
En un estudio de la Universidad de Göttingen (Alemania), donde se evaluaron datos de 200.000 personas, se vió con gran sorpresa que en general las personas con sobrepeso no consumen más calorías que las de peso normal. La siguiente sorpresa fue que cuanto más obesos eran los sujetos, consumían más calorías provenientes de grasas y menos de hidratos de carbono! Las personas que comían menos carbohidratos y más grasas tenían menos cantidad de alimentos en el plato. Esto se debe a que ocupan menos espacio que los hidratos de carbono y llenan menos.
¿ Qué funciona para adelgazar?
1º – Las dietas
Millones de personas se han puesto a dieta, con el resultado de que han adelgazado, pero han descubierto que luego vuelven a engordar.
Todas las dietas de adelgazamiento han sido concebidas con un patrón similar: ofrecen consejos para reducir la ingesta de calorías. Sea la dieta que sea, incluso la disociada, siempre hay una reducción calórica, para que el cuerpo se coja su energía de las reservas del cuerpo.
A veces esto se disfraza con una selección especial del tipo de alimento, como en la dieta disociada, pero al fin y al cabo viene a ser lo mismo : se esconde el hecho de que al separar los alimentos lo que se consigue reducir la ingesta. Lo de separar alimentas es una tremenda estupidez, la dieta funcionaría también si no se disociaran los alimentos.
2º – Porque funcionan las dietas pero no tienen sentido
Hay que echar un vistazo al interior del cuerpo para comprender porque con todas las dietas el peso se reduce. Uno pierde peso cuando pierde agua, o pierde proteínas del músculo o funde grasas de los depósitos. Adelgazar de verdad significa reducir la grasa corporal. Pero las dietas también hacen perder líquidos o masa muscular. Entonces baja el peso, pero las células adiposas (de grasa) siguen repletas.
Un programa biológico de supervivencia regula el cuerpo de tal manera que pueda sobrevivir a pesar de recibir pocos alimentos. Por ello en las dietas de adelgazamiento baja el gasto energético, porque el cuerpo activa unos programas de ahorro: la temperatura corporal baja, el latido cardiaco se vuelve más lento, las mujeres no tienen el periodo. Al perder masa muscular se reduce el gasto metabólico basal. Son métodos geniales de ahorro de la naturaleza creados en los tiempos cuando hambrunas amenazaban la supervivencia.
El que durante meses ignore su sensación de hambre y haga una dieta de unas 1000 kcal, simula las hambrunas del pasado. El organismo reacciona rápidamente con su programa de ahorro. Cuando se acaba la dieta, se rellenan rápidamente las reservas y el peso se recupera. Todavía peor: los músculos perdidos durante la dieta no se recuperan y suelen reemplazarse con grasa.
¡Con lo cual los depósitos de grasa aumentan!
3º – Una caloría no es una caloría
Imagínese 2 platos, uno con 6 plátanos y el otro con 8 trufas de chocolate. En cada plato hay 570 kcal. Este ejemplo demuestra que una caloría no es una caloría. La kilocaloría es una unidad de medida que mide la energía que los alimentos proporcionan al cuerpo. Sólo físicamente una caloría es una caloría, como un kilómetro es un kilómetro. Pero 10 kilómetros de camino de cabras no son 10 kilómetros de autopista, y 8 trufas de chocolate se comen de otra forma que seis plátanos.
No se trata de generalizar una reducción de calorías del plato, como hacen las dietas. Se trata más bien qué tipo de calorías se eliminan o reducen.
Las grasas aportan calorías, más de 9 kcal por gramo. Los hidratos de carbono, al igual que las proteínas aportan 4 kcal/gramo, el alcohol casi 7 kcal/gramo.
Si se quiere tener sensación de saciedad es mejor consumir hidratos de carbono: con las grasas hay menos que masticar.
Conclusión : los hidratos de carbono no son los malos de la película, al contrario, dan una mayor sensación de haber comido, con un menor aporte calórico. Uno no debería pasar de 60 a 70 grs de grasa al día, pero estos hay que disfrutarlos!